Hay al menos un importante sector
económico que puede beneficiarse considerablemente de la realidad aumentada: el de la construcción. De hecho, ya hay
arquitectos que están experimentando con ella para optimizar el diseño de los
edificios.
Uno de los pioneros en este ámbito es Greg Lynn,
arquitecto y profesor de la Escuela de Artes y Arquitectura de la Universidad
de California en Los Ángeles. Seleccionado para representar a Estados Unidos en
el pabellón de la Bienal de Arquitectura de Venecia, Lynn ha innovado en el
evento presentando un futurista complejo arquitectónico que ha concebido con ayuda de las gafas de realidad
aumentada Microsoft
HoloLens.
Diseñando
el futuro con HoloLens
Convertir a la fábrica de automóviles
Packard, uno de los antiguos iconos de la ahora decadente Detroit, en un
imponente complejo futurista formado por dos edificios de cinco plantas, unidos
por pasarelas móviles de singulares formas. Este ha sido el objetivo de Lynn,
que ha presentado en la Bienal su Centro de Ejecución, Conocimiento e
Innovación, sobrevolado por drones encargados de transportar mercancías. No en
vano, formaba parte de la exposición ‘La imaginación arquitectónica’, que
muestra posibles proyectos arquitectónicos del porvenir.
Los visitantes de la Bienal tienen la
oportunidad de comprender el trasfondo del proyecto de este arquitecto
poniéndose las Microsoft
HoloLens. Sin embargo, las gafas no solo han ayudado a
Lynn a enseñar mejor al público los entresijos de su diseño, sino que también
le han servido para desarrollarlo. Con ellas en la cabeza, y utilizando el
‘software’ de realidad
mixta Trimble que permite convertir sus modelos en 3D en hologramas, el
profesor de la Universidad de California ha conseguido acelerar el proceso de
diseño significativamente.
“Tener la posibilidad de animar [los
modelos] con un flujo simulado de equipos y personas, y además dar un toque más
detallado al contenido digital del modelo en el espacio, es fascinante”, ha
explicado Lynn.
Al conciliar el mundo físico y el
virtual, este novedoso método le ha permitido enfrentarse mejor uno de los
mayores retos a los que se enfrentan los arquitectos: ver cómo quedará su obra
en el mundo real y a la escala adecuada. De esta forma, es mucho más fácil que
estos profesionales tomen decisiones rápidamente.
“Modificará la forma en la que los
arquitectos trabajan y cambiará su papel”, asegura Lynn rotundamente. El
creador del Centro de Ejecución, Conocimiento e Innovación que algún día podría
llegar a construirse parece convencido de que la realidad aumentada pasará a
ser un instrumento de trabajo más para los arquitectos, ahorrando “dinero,
errores y omisiones” en los proyectos y facilitando la comunicación con los
clientes.
Aunque haya sido uno de los primeros
en experimentar con las gafas de Microsoft, en realidad los de Redmond llegaron
hace meses a un acuerdo con Trimble para impulsar la que esperan se convierta
en una nueva tecnología al servicio de la arquitectura, la ingeniería y la
construcción.
¿La
próxima herramienta del sector del ladrillo?
Lynn está convencido de que la próxima
revolución de la realidad aumentada no solo será en arquitectura, sino que
afectará a todo el sector de la construcción. Las cintas de medir y los rollos
de planos podrían ser sustituidos por sus homólogos virtuales, con los que
también se podrá interactuar en el espacio físico mediante la realidad
aumentada.
Ahora bien, ¿están las constructoras
interesadas en la tecnología que este futurólogo considera tan innovadora?
Algunos ejemplos demuestran ya sus potencialidades, aunque por el momento son
escasos.
A la constructora estadounidense Gilbane le
ha merecido la pena pagar los 3,000 dólares (6,000 pesos) que cuestan las
HoloLens. Se han ahorrado sumas mayores gracias a ellas. Comenzaron a
utillizarlas hace unos meses, y les ayudaron a detectar un fallo a la hora de
calcular el material de un edificio en Boston que les hubiera costado tiempo y
dinero enmendar. Solo con la identificación de ese error, Gilbane ya ha
amortizado el coste de las gafas.
Building Group Corporation Limited,
una de las filiales de China State Construction Engineering (si no te suena el
nombre, has de saber ocupa el puesto 27 en la prestigiosa lista de empresas más
grandes del mundo Forbes 500), también va a colaborar con Trimble para explorar
las posibilidades que abre la realidad mixta en el campo de la construcción.
La famosa compañía de software
Autodesk, que también está desarrollando un proyecto conjunto con Microsoft,
pronostica incluso que los propios obreros llevarán las gafas puestas cuando
estén construyendo un edificio para comprobar ‘in situ’ cuál debería ser el
resultado final.
Eso sí, habría que estudiar
detenidamente si realmente es viable que un obrero lleve estas gafas, menos
robustas y resistentes al calor que las de seguridad, mientras trabaja.
¿Aguantará este delicado y caro dispositivo los avatares de la obra? ¿Ningún
trabajador se pondrá en riesgo por llevarlas encima? Aunque aún es pronto para
predecir qué usos concretos tendrá la realidad
aumentada en el sector del ladrillo, lo que parece claro es que arquitectos y constructores podrían usarlas
para mucho más que divertirse.
Link clip à https://www.youtube.com/watch?v=kXVW4sUsh3A
Fotos
tomadas de la web.