Referencia
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Una de las
principales maneras de pensar en el futuro que tiene el cine hollywoodiense es
siempre hacer referencia a las “ciudades del futuro”. En toda película
futurista que se precie se hace alusión a la “inteligencia” de las ciudades.
Pero sin necesidad de un viaje al futuro, en la actualidad, ya podemos
encontrar algunos ejemplos de lo que podría llegar a ser la ciudad del futuro.
Vamos a afrontar esta vez el término de la Smart City desde el punto de vista
de la ingeniería.
Si consultamos
la legislación vigente la ingeniería civil posee total competencia en los
servicios urbanísticos propios de una ciudad, por lo que es lógico que ha de ser desde nuestra posición desde la que se traten
todos los aspectos que puedan ser inherentes a este nuevo término que tan en
auge se encuentra en nuestros tiempos.
¿Qué entendemos por ciudad inteligente?
Podemos pensar
que una ciudad inteligente es aquella que “piensa por si misma” pero sin
meternos en aspectos propios de la inteligencia artificial, podemos entender como
Smart City o ciudad inteligente aquella dotada de sistemas o servicios que
sirvan para hacer más fácil la vida a sus habitantes. Si nos quedamos con el
mero significado anteriormente citado podría decirse que las ciudades
inteligentes llevan años existiendo, afirmación que es cierta. Podemos hacer
alusiones a las primeras redes de saneamiento, a la ordenación del tráfico
mediante semáforos, a puntos de información, sistemas de riego en las zonas
verdes, servicio de recogida de basuras. Todo lo que hoy en día nos pueda
parecer lo más básico o normal del mundo un día supuso un avance técnico de última
generación que permitió dar un paso cualitativo y cuantitativo en cuanto a la
gestión de una ciudad se refiere.
¿Qué hay de nuevo entonces?
Las ciudades
inteligentes se caracterizan por hacer uso de los últimos avances científico-tecnológicos
en cualquiera de las materias que podamos pensar, ya sean sistemas
constructivos, gestión del tráfico, gestión medioambiental, etc.
Con el gran
desarrollo de internet y las comunicaciones móviles en la última década es
cierto que se tiende desde un punto de vista generalista a pensar que la tecnología
acabará sustituyendo en todo al ser humano y que, cada día más, tendemos a
usarla en todo lo posible, haciendo a veces un uso abusivo de ella.
¿Es entonces una
ciudad inteligente un lugar en el que dejamos que las máquinas y la tecnología
lo hagan todo por nosotros?
La respuesta
puede ser ambigua, pero en ultimo termino debería ser un no. Es cierto que la
evolución exponencial de todas las tecnologías llevan a los humanos a pensar cómo
Referencia 2: Distribuciones de conectividad energética en una ciudad prototipo.
podría
aprovecharse de ellas para hacer más fácil su vida, y ese es el punto en el que
tenemos que fijarnos para explicar el concepto de Smart City
Como con
cualquier definición de aspecto tecnológico la de Smart City cambia y se
transforma con el tiempo, es un término vivo que hace referencia a una realidad
en constante cambio y evolución, por lo que es muy difícil definir lo que es
una ciudad inteligente, no solo por lo que se comentaba anteriormente sino
porque son muchos los puntos de vista desde los que se puede observar e
intentar interpretar el término.
La Smart City y la ingeniería.
Como se ha
explicado antes, la competencia del urbanismo, los servicios, la gestión, etc.
de lo que ocurre en una ciudad es propia de la ingeniería civil, tal es así que
debe provenir de esta rama del conocimiento no solo la teoría sino también la práctica
de lo que entendemos como Smart City. Si miramos nuestras ciudades inteligentes
desde un punto de vista meramente técnico, podemos llegar a la conclusión de
que los avances en los procedimientos constructivos, la gestión de los
servicios, de los residuos, las comunicaciones, etc., tienen que pasar no solo
por etapas y procesos que las hagan lo más útiles posibles sino que también
deben fomentar la eficacia y la eficiencia de estos procesos. Puede concluirse
entonces de esto que la Smart City debe nacer de senos de investigación y
desarrollo de naturaleza técnica, fomentando cualquier proceso desde los puntos
de vista mencionados, y buscando siempre una relación lo más íntima posible
entre desarrollo y utilidad.
Como sería
imposible describir cada una de las actuaciones o procesos que forman parte de
lo que puede ser una ciudad inteligente vamos a poner algunos ejemplos extraídos
del libro blanco de las Smart Cities
(http://www.innopro.es/pdfs/libro_blanco_smart_cities.pdf)
·
Herramientas
TIC para controlar el tráfico en Zaragoza
El Ayuntamiento de Zaragoza ha implantado una serie
de herramientas inteligentes para optimizar la movilidad en la ciudad. En las
zonas de parking público, mediante un sistema de monitorización basado en
sensores de presencia, se detectan las plazas libres y se informa a los
conductores a través de paneles. De esta forma, los usuarios optimizan su
tiempo y disminuyen su consumo energético. Por otro lado, cuenta con una
plataforma mediante la cual se monitorea el tráfico, permitiendo saber con
exactitud dónde hay una mayor densidad de vehículos. Con ello se facilita la
planificación del tráfico y se reduce la formación de atascos.
·
Smart
Málaga, galardón a la Movilidad Sostenible
Málaga ha obtenido el galardón IDAE (Instituto de
Diversificación del Ahorro y Eficiencia Energética) a la Movilidad Sostenible,
por sus actuaciones para disminuir la presencia del vehículo privado en el
centro histórico y monumental de la ciudad. Para ello, el Ayuntamiento ha
diseñado un Plan Municipal de Movilidad Sostenible (P.M.M.S.), que incluye la
implantación en el centro histórico de puntos de acceso, en el centro histórico
dotados de tecnologías relacionadas con la movilidad como el reconocimiento
digital de matrículas y cámaras de TV.
El plan busca además propulsar los siguientes ejes:
• Movilidad peatonal: La principal estrategia de
intervención con respecto al peatón es la implantación de un sistema continuo
de itinerarios peatonales que conecten las áreas residenciales con los centros
de actividad. La finalidad es favorecer la continuidad de los recorridos
peatonales de forma cómoda y segura.
• Movilidad en bicicleta: en el territorio urbano de
Málaga, así como en sus conexiones litorales metropolitanas, la bicicleta
asumirá un papel destacado en los desplazamientos diarios. Se pretende dotar a
este modo de transporte de infraestructuras propias que le hagan ser
considerado como una alternativa “real” y eficaz a la oferta de tráfico
motorizado.
• Movilidad en transporte público: desde esta área
se está apostando por el transporte público, con la creación y modernización de
nuevos carriles bus.
·
Victoria,
la ciudad más sostenible de Canadá
Un ejemplo de Smart City de pequeño tamaño,
referencia en las dimensiones de medio ambiente y eficiencia energética es
Victoria, una ciudad canadiense de aproximadamente 80.000 habitantes. Esta
ciudad, la mejor Smart City de Canadá según el “Canadian Council on Learning”,
se marcó el objetivo de neutralizar sus emisiones de CO2 para el año 2012.
Entre las medidas que la ciudad ha adoptado para cumplir con dicha premisa se
encuentran:
• Un programa de subvenciones para ayudar y enseñar
a las empresas de la ciudad a reducir su huella de carbono.
• Numerosas iniciativas de movilidad mediante las
que se pretende reducir de forma drástica las emisiones (planes para el uso de
la bicicleta, iniciativas de car-sharing, etc).Por otro lado, destaca la
gestión inteligente que desde el Ayuntamiento se realiza de las zonas verdes,
aspecto que además puede ser consultado por los ciudadanos en la red.
·
Monitorización
de agua y residuos en Vitoria
En el caso de España, la ciudad de Vitoria destaca
por la eficiencia en la gestión de su red de abastecimiento de agua. Éste
cuenta con un sistema de localización y prelocalización de fugas que consta de
760 equipos móviles que miden el nivel de ruido de la red durante la noche y
detectan la existencia de una fuga. Además, la ciudad ha instalado manómetros
en numerosas fuentes que transmiten los datos de presión vía GSM a un servicio central.
El objetivo es instalar también equipos de análisis de aguas que permitan medir
el PH, la conductividad, la turbidez, el cloro, etc. y así controlar la calidad
de agua de toda la red de la ciudad. En cuanto a la gestión de los residuos, la
capital vasca destaca por su método de recogida. Los contenedores de fracción
resto, papel/cartón y envases ligeros disponen de un TAG que informa mediante
GPS de su ubicación, así como del último vaciado y pesaje. Se dispone además de
GPS instalados en casi toda la flota de vehículos de limpieza y recogida de
residuos y de un programa para visualizar la posición de cada vehículo, lo que
permite optimizar rutas y ahorrar tiempo y recursos. Además, cuenta con un
inventario de papeleras, contenedores y buzones de recogida neumática
georreferenciados, con datos de modelo, fotos, estado de conservación,
limpieza, etc.
Como puede verse
en cada uno de estos ejemplos, la base científico-tecnológica es en la que se
basan todos los avances que nos acercan a “las ciudades del futuro”. Pero ha de
quedar claro que este acercamiento tiene que ser progresivo, basándose siempre
en analizar las necesidades propias de cada entorno urbanístico y gestionándose
desde los departamentos técnicos competentes en la materia.
Referencias:
Referencia 1: http://www.citi.io
Imagen 2: http://www.adccinfocad.com