También llamados forjados compuestos,
los forjados de chapa colaborante son un tipo de sistema resistente plano y,
generalmente, horizontal, que distribuye las cargas al resto de la estructura.
Dicho de forma que lo entienda todo el mundo, la parte estructural del
suelo y del techo.
Durante mi experiencia, he comprobado
que algunos compañeros no conocen este sistema constructivo, aunque se trate de
una solución muy utilizada en ciertos campos de la construcción. Vamos a
contaros todo acerca de los forjados de chapa colaborante.
Aprovecho para dar las gracias por
confiar en mí a Prontubeam.com, que publicará también este post en su web (www.Prontubeam.com), un saludo para todos sus
lectores y deseo que os guste tanto como a mí escribirlo.
Descripción
Los forjados de chapa colaborante son
un tipo de forjado mixto
(acero y hormigón) y unidireccional (que distribuye el peso en una sola
dirección hacia las vigas).
El elemento fundamental lo constituye
una chapa grecada de acero galvanizado que forma unos nervios que, más tarde, serán la principal parte
resistente del forjado.
Sobre esta chapa se vierte el hormigón
acompañado de la armadura necesaria para completar el forjado. Lo podéis ver en
la siguiente imagen.
Este tipo de forjados se comenzó a
utilizar alrededor del año 1950 en EE.UU. en la construcción de
rascacielos, debido a la ventaja de construir los forjados sin
apuntalamiento. Fue desde entonces cuando comenzó a extenderse por el
resto del mundo.
Aplicación
y uso
Estos sistemas, al presentar
como principal ventaja la rapidez en su ejecución, los hace ideales
para determinados edificios como:
·
Edificios
industriales.
·
Almacenes.
·
Construcciones
moduladas.
·
Edificios
de oficinas y administrativos.
·
Pequeños
puentes.
·
Reformas.
Puesta
en obra
Para llevar a cabo el forjado de
chapa colaborante, primeramente, será necesario levantar un sistema
de pórticos, preferiblemente metálicos, sobre el que luego se apoyará la
chapa.
Para evitar su desplazamiento con
respecto al resto de la estructura, los perfiles de chapa deben fijarse
a ella por medio de conectores aplicados con pistola, soldados o
clavados.
Los bordes del forjado pueden
solucionarse mediante encofrado tradicional, aunque las casas de chapas
colaborantes suelen proveer de elementos de remate perimetral para resolverlos
más fácilmente, os dejo unas imágenes a continuación.
Se deberán replantear los huecos en el
forjado para el paso de instalaciones anteriormente al hormigonado. La chapa no
podrá cortarse hasta que el hormigón esté curado.
Una vez limpiada la cara superior
de la chapa, para asegurar la correcta conexión entre la chapa y el hormigón,
se podrá llevar a cabo el hormigonado.
Este hormigonado se realizará desde la
mínima altura posible, evitando acumulaciones y distribuyéndolo a partir de las
vigas y los nervios para no deformar la chapa.
Por último, las chapas deben ser
protegidas contra el fuego mediante la utilización de pinturas,
morteros o falsos techos.
Comportamiento
resistente
Chapa grecada
La chapa grecada sirve como armadura
que absorbe los momentos positivos.
Además, Las chapas deben tener una
resistencia suficiente para servir de plataforma de trabajo durante la obra y
de encofrado para el hormigonado. Si se prevé que la resistencia no es
suficiente, será necesaria la colocación de apuntalamientos bajo ella.
Armadura adicional de positivo
Si la resistencia de la chapa a positivo
no es suficiente, es posible reforzar mediante unas armaduras
longitudinales que discurren a lo largo de los valles de los nervios.
Armadura de negativo
En la mayoría de los casos, estos
forjados son continuos sobre las vigas, por lo que se hace necesaria la
disposición de una armadura de negativos que se origina en los apoyos de
las vigas.
Mallazo electrosoldado
El mallazo que reside en el
interior del hormigón tiene dos grandes funciones, la primera
sería evitar la fisuración debida a los esfuerzos de retracción generados
durante el secado del hormigón, mientras que la segunda es la de ejercer como
elemento distribuidor de las cargas puntuales sobre el forjado.
Ventajas
·
Rapidez
y economía de ejecución.
·
No
necesita encofrado.
·
Actúa
como plataforma de trabajo.
·
Ausencia
o disminución de apuntalamientos.
·
Menor
cantidad de hormigón y armadura.
·
Menor canto.
·
Limpieza.
·
Relación
entre resistencia/peso.
·
Colocación
de instalaciones en el interior de las grecas.
Desventajas
·
Difícil
adaptación a estructuras no metálicas.
·
Las
luces que se pueden salvar son reducidas.
·
No
permite improvisación durante su ejecución.
·
Se
precisa de personal especializado para su montaje.
·
Necesita
protegerse ante el fuego.
·
Es
necesario protegerlo con pinturas.
·
En
ocasiones, el suelo podría vibrar de manera perceptible.
·
Limitada
resistencia al esfuerzo rasante
Principal
fallo resistente
Y he dejado que la última desventaja
mencionada sea ésta para hablar un poco sobre ella ya que me parece curiosa.
Y
es que, pese a que existen tres solicitaciones básicas que producen el fallo en
un forjado de chapa colaborante (tensión rasante, cortante y momento flector),
la mayoría fallan por tensión rasante, o sea, por el deslizamiento entre
el hormigón y la chapa.
Resulta que, para pequeñas luces, la
rotura se produce debido al cortante, mientras que para luces mayores la rotura
es siempre por rasante.
Fuente de fotos:
·
www.clgeng.com
·
www.hiansa.com
·
www.abeijon-fernandez.com