El otro día tropecé con esta viñeta:
¿Os acordáis del juego del teléfono roto cuando éramos pequeños? Crecemos, maduramos, estudiamos, trabajamos y sin embargo, seguimos sin ver que la comunicación es la fuente de la mayor parte de los problemas en los proyectos. ¿Quién planifica qué, cuándo, cómo y a quién informar durante el desarrollo de los proyectos?
La dirección de proyectos es una profesión en la cual se suceden los problemas a modo de goteo continuo, y en la que se hace imprescindible usar el sentido común en grandes dosis. Es cierto que existen multitud de nuevas herramientas que ayudan en la gestión del día a día, que permiten agilizar la burocracia o minimizar las pérdidas de tiempo y dinero en actividades repetitivas. Sin embargo, pasan los años y los proyectos y se siguen repitiendo los mismos problemas (evolucionados, eso sí).
Creo que estaremos de acuerdo en que siguen existiendo gestores “estrella”, ese/a compañer@ o jefe con un plus que hace que deseemos trabajar con ellos. En el otro lado de la balanza, existe esa otra persona que no queremos ver ni en pintura en nuestro equipo. Tras haber conocido a algunos gestores “estrella”, de diferentes nacionalidades, culturas y pasado, con diferentes enfoques del mismo proyecto y con diferentes maneras de interactuar con la gente; fui capaz de identificar en todos ellos dos cosas que se repetían: Inteligencia emocional y un sexto sentido (el común).
· La inteligencia emocional fuertemente desarrollada para saber qué necesita cada miembro del equipo y qué puede aportar, identificando las fortalezas y debilidades de cada uno.
· El sentido común que les permite ver las cosas como son, manteniendo la calma y entendiendo el problema que tienen delante en su fondo y su forma sin quedarse en lo superfluo.
Pero no solo basta con esas dos aptitudes. Se deben transmitir de la manera que necesite cada uno en cada momento. En este vídeo, Don Draper ejemplifica ese saber comunicar. Se remanga, transmite a sus empleados que van a pasar las navidades en el trabajo…y ¡hasta le aplauden! Mientras que el resto de socios, que incluso comunican que están cediendo su bono para que los empleados cobren el suyo, dejan frío al personal.
Desde aquí hago un humilde llamamiento a planificar la comunicación de nuestros proyectos, a evitar que la vorágine del día a día bloquee nuestro sentido común y nos permita entender cuál es el problema, cuál es la solución y cómo podemos implementarla con nuestro equipo sin comprometerlo a largo plazo para que quieran seguir trabajando con nosotros.
Álvaro Pérez Garay Twitter y contacto: @barbapg