La
ingeniería de valores es la aplicación del método científico al estudio del
valor de los sistemas.
Su
principal objetivo en el diseño y construcción de edificios es la reducción de
los costos iniciales y subsecuentes. De este modo, la ingeniería de valores
comparte uno de los objetivos del diseño de sistemas, cuya finalidad general es
producir un edificio óptimo; por consiguiente, vale la pena incorporarla a ese
procedimiento de diseño.
Desde
el origen del arte los ingenieros han querido diseñar y construir edificaciones
que incorporen estas características óptimas.
El
método científico (*Ver definición al final del artículo), que se
incorpora a las definiciones de la ingeniería de valores y el diseño de
sistemas, consta de los siguientes pasos:
·
Recabación de datos y
observación de fenómenos naturales.
·
Formulación de una hipótesis
que permita predecir eventos futuros.
·
Comprobación de la hipótesis
mediante pruebas, con el fin de verificar la exactitud de sus predicciones y
descartarla o mejorarla si resulta inexacta.
A
los encargados de realizar o administrar los estudios de valores se les llama
ingenieros o analistas de valores. Por lo general, están organizados como un
equipo interdisciplinario que estudia los valores de un proyecto específico.
Sin
embargo, es a veces un individuo, por ejemplo, un contratista con mucha
experiencia, quien presta estos servicios al cliente, a cambio de honorarios
fijos o de un porcentaje de los ahorros logrados.
Método científico: Según el Oxford English Dictionary, el método
científico es: «un método o procedimiento que ha caracterizado a la ciencia
natural desde el siglo XVII, que consiste en la observación sistemática,
medición, experimentación, la formulación, análisis y modificación de las
hipótesis».
El método científico está sustentado por dos pilares
fundamentales. El primero de ellos es la reproducibilidad,
es decir, la capacidad de repetir un determinado experimento, en cualquier
lugar y por cualquier persona. Este pilar se basa, esencialmente, en la
comunicación y publicidad de los resultados obtenidos (por ej. en forma de artículo científico). El segundo pilar es la refutabilidad,
es decir, que toda proposición científica tiene que ser susceptible de ser
falsada o refutada (falsacionismo). Esto implica que se podrían
diseñar experimentos, que en el caso de dar resultados distintos a los
predichos, negarían la hipótesis puesta a prueba. (Fuente Wikipedia).
El siguiente vídeo ayuda a
ejemplificar mejor este tema:
"Artículo cedido para su publicación en
www.Prontubeam.com"