Situado en la
parte más occidental de las tierras extremeñas, al paso del río Tajo por la
periferia de la localidad cacereña de Alcántara, en ese mismo enclave es donde
se encuentra, desde hace casi dos mil años, uno de los
mejores, sino el mejor, puentes del mundo. En efecto y como no podía ser de
otra forma hablamos del puente romano de Alcántara.
Ilustración 1
Construido en
tiempos del emperador Trajano (sobre el año 104) está fabricado en sillares almohadillados de roca granítica, alcanza una
longitud de 181,7 metros.
El ingeniero Cayo
Julio Lacer, autor de está fantástica obra y cuyos restos descansan a los pies
del puente, lo ideo con 6 arcos de distinta altura que cruzan de un lado al otro
el río Tajo.
A lo largo de su
historia este puente ha sido parcialmente derribado en varias ocasiones en
periodos de guerra, ya que suponía un paso primordial y controlarlo o anularlo
era sinónimo de ventaja en las contiendas ya que el paso unía el norte con el
sur en el territorio extremeño.
De entre todas
las veces que el puente ha sufrido derribos nos centraremos en la última de
ellas, durante la guerra de la independencia (potencias aliadas de España,
Reino Unido y Portugal contra el Primer Imperio francés). En 1809 el segundo
arco del puente fue destruido. La autoría de esta destrucción no queda clara ya
que algunos documentos citan la destrucción por parte del ejército francés y
otros, sin embargo, citan a las tropas aliadas.
En plena guerra,
en 1812, Lord Wellington tenía que reunir en Salamanca a sus tropas, que debían
viajar desde el sur. Siendo el paso más lógico el puente de Alcántara, la
reconstrucción del arco en plena guerra se hacía impensable por falta de tiempo
y recursos. Se optó entonces por una solución temporal, un puente colgante de
cordaje que salvara la longitud del arco destruido (21,90 metros) idea original
esta del Teniente Coronel de Ingenieros Charles Sturgeon.
Según documentos
del Centro Geográfico del Ejército:
“El puente tenía como cuerpo básico una trama de
fuertes cuerdas de distinto diámetro (de 1,5 a 2 pulgadas) que formaban una
malla de rombos y tenía la anchura de la calzada del puente de piedra y la
longitud de toda la luz del arco al que debía suplir, calculando además la
curvatura que necesariamente iba a adquirir esta estructura de cuerda al quedar
colgada (90 pies de longitud por 22 de anchura). Todo este entramado de
cuerdas, quedaba amarrado en los extremos a dos vigas de madera. Estas dos
vigas extremas tenían más longitud que la anchura del entramado, sobresaliendo
del mismo 3 pies en cada extremo. Y como parte de esta base, se dispusieron en
el sentido de la anchura del puente ocho viguetas de madera, que estaban fijas
al tener una serie de ranuras talladas regularmente para acoger el paso de las
fuertes guitas que las ataban a las cuerdas y a las maromas sobre las que
descansaba el puente, lo que, al mismo tiempo, tensaba la malla en anchura y
mantenía la separación entre las cuerdas. Las viguetas guardaban una distancia
regular entre sí, salvo las dos previas a los extremos que se dispusieron a
media distancia.” 1
Se muestran a
continuación algunas imágenes y esquemas de la disposición de este arco en el
puente romano.
Ilustración 2: esquema de la estructura
de cuerda
Ilustración 3: Alzado de la
sección
Ilustración 4: Imagen del arco
colgante cruzando el puente de Alcántara.
“La fabricación de aquel puente, por cuestiones
prácticas de aprovisionamiento del cuantioso material que requeriría, por la
necesidad de reunir igualmente mano de obra cualificada y efectos, y por
imperativos militares, para no levantar sospechas, no se hizo en la localidad
de Alcántara. Se prefabricó de modo secreto en la ciudad portuguesa de Elvas,
la plaza militar más importante de la frontera lusa, y desde allí se transportó
hasta Alcántara, lo que hizo también más complejo el proceso.” 2
Finalmente, en 1819 se sustituyó este arco colgante
por una estructura de madera, quemada en 1836. En 1860 Isabel II ordenó la
reconstrucción del arco de fábrica que es el que se conserva en la actualidad.
Ilustración 5
Referencias:
1,2 VILLALÓN, María Cruz; DE CÁCERES, Enrique Cerrillo Martín.
Un ingenio de guerra: el puente de Cordaje que los ingleses tendieron sobre el
puente de Alcántara en 1812. NORBA-ARTE,
2012, no 32, p. 317-324.
https://es.wikipedia.org/wiki/Puente_de_Alc%C3%A1ntara#Historia
https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_de_la_Independencia_Espa%C3%B1ola
https://es.wikipedia.org/wiki/Trajano#Construcciones
Ilustraciones:
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VILLALÓN, María Cruz; DE CÁCERES, Enrique Cerrillo Martín. Un ingenio de
guerra: el puente de Cordaje que los ingleses tendieron sobre el puente de
Alcántara en 1812. NORBA-ARTE, 2012, no 32, p. 317-324.
1
5 Fotos de la maqueta del puente situada
en el museo del Ejercito de Toledo. (Propias)