Este artículo viene impulsado
por una “discusión” en el trabajo sobre si se ha de considerar una interacción
entre el cortante y el momento a la hora de calcular vigas de hormigón (zonas
B). La respuesta es SI y lo vemos reflejado en una demanda “extra” de armadura
longitudinal debido al cortante. Hemos visto que es un concepto que no suele
estar muy claro y queremos abordarlo aquí.
Isostáticas
en una viga biapoyada, isótropa y homogénea uniformemente cargada
(Extraida de Park y Paulay)
Como ya bien sabemos, tanto la
EHE-08 como el EC-2 adoptan el modelo de la celosía para calcular la
resistencia a cortante de una viga con armadura de cortante. Difieren entre
ellas en como considerar la contribución del hormigón debido al efecto viga
(calculado de forma empírica usando una de las fórmulas derivadas de Zsutty)
que continua actuando en las vigas al mismo tiempo que el mecanismo de bielas y
tirantes de la celosía. Independientemente de cómo consideremos la aportación
del hormigón en el cálculo de la resistencia a cortante con armado, hay un
efecto derivado de usar el modelo de celosía, que es el aumento de la demanda de
armado longitudinal debido al cortante. Veamos este punto en detalle.
Sabemos que en una sección de
hormigón existirá por cálculo una armadura longitudinal que estará ya en
tensión para resistir la ley de flectores (asociada a la ley de cortantes). Si
estudiamos el modelo de bielas propuesto por las normativas para el cálculo a
cortante vemos que la componente longitudinal de las tensiones diagonales de
compresión del hormigón debe ser contrarrestada con una fuerza de tracción
(adicional a la obtenida por el cálculo a flexión) en la armadura longitudinal.
Equilibrio en un modelo de celosía
Vamos a ver cómo podemos considerar de forma sencilla
esta “tracción extra” en nuestra armadura longitudinal derivada del cálculo a
cortante usando el modelo de bielas. Tomando momentos en el punto 0 de la
siguiente figura obtenemos:
Fuerzas
internas en el modelo de celosía
(Jiménez Montoya, 2000, nomenclatura adaptada a las
ecuaciones)
Si admitimos que el hormigón
también aporta resistencia al cálculo (aunque según el EC-2 en el método de
bielas de inclinación variable considera nula esta contribución):
Sustituyendo en la ecuación
anterior obtenemos (de acuerdo a la figura) un incremento de tensión en las
armaduras longitudinales:
Este incremento de tensión en
la armadura longitudinal se puede transformar, para poder trabajar con él de
forma cómoda, en un incremento de momento actuando en la sección:
Al final este aumento de
momento en la sección se puede tener en cuenta simplemente mediante la
realización de un decalaje de la ley de momentos hacia el lado más
desfavorable, es decir, buscando aumentar la solicitación de la sección por
flexión. Este decalaje o desplazamiento viene dado por la siguiente expresión
(teniendo en cuenta el desarrollo de Taylor de primer grado de la relación
entre momento y cortante en una distancia Sd):
Tradicionalmente se usaba un
canto útil para realizar el decalaje en vez de la fórmula propuesta arriba. A
continuación se muestra un ejemplo de cómo se realiza el decalado de la ley de
momentos para tener en cuenta este efecto de demanda adicional de armadura
longitudinal. Se puede ver que el decalado se realiza de tal forma que la ley
de momentos aumente en todo momento. Es interesante fijarse que en un apoyo
intermedio este decalado conlleva que la armadura a momentos negativos se
extienda en mayor longitud.
Ejemplo de
decalaje de la ley de momentos
(Tesina de especialidad de la ETSICCP de Barcelona,
Víctor Romía Portolés)
Si se tiene pensado apurar el
diseño de la viga reduciendo el armado longitudinal en aquellas secciones donde
el armado por flexión se ve reducido debido a la variación de la ley de
momentos, se ha de tener en cuenta este incremento de demanda debido al
cortante ya que las barras longitudinales de una viga están sometidas a más
tensión de la debida por consideraciones por flexión. La ley decalada también
se usa para calcular los puntos de corte a partir de los cuales las barras ya
no serían necesarias para resistir momento (con el decalado ya estamos incluyendo
el incremento de tensión por cortante), para calcular las longitudes de anclado.
Es verdad que, como norma
general, se suele disponer el mismo armado a flexión en toda la viga, por lo
que, si diseñamos así, no tenemos que tener en cuenta este efecto excepto para
calcular la longitud de anclaje, que SI hay que considerarlo (especial atención
en apoyos intermedios en vigas continuas).
Espero que esta breve
explicación pueda ser útil y que despeje las dudas de varios ingenieros.
Recomiendo leer la tesina de la ref. [1] sobre la interacción
flexión-cortante-axil en piezas de hormigón armado.
Para los lectores me gustaría abrir el siguiente debate:
¿Diseñáis las vigas buscando el
ahorro de armado adaptándoos a la ley de momentos (en este caso decalada) o
disponéis la misma cantidad de armado en toda la viga? Comentad vuestras
opiniones en el apartado de comentarios un poco más abajo.
Referencias / Bibliografía:
[1] Tesina de
especialidad de la ETSICCP de Barcelona: Interacción flexión-cortante-axil en
piezas de hormigón armado
[2] Capitulo
2.2-Estado del conocimiento de la resistencia a cortante obtenido de http://upcommons.upc.edu/bitstream/handle/2099.1/3257/50860-6.pdf?sequence=6
[3] Documento
publicado en la Universidad Politécnica de Valencia (UPV). Apartado 2. Análisis
y formulación de cálculo del cortante de Estefanía Cuenca Asensio https://riunet.upv.es/bitstream/handle/10251/12318/2_Analisis_Formulacion_Cortante_.pdf?sequence=3
[4] Park, R., Paulay, T.
Estructuras de Concreto Reforzado. Editorial Limusa, México D.F., 1979.